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Como su nombre lo indica, una pausa activa es un momento de activación que permite un cambio en la dinámica laboral, donde se pueden combinar una serie de movimientos que impulsan y fortalecen los sistemas musculo-esquelético, cardiovascular, respiratorio y cognitivo.

Se deben realizar por lo menos 2 veces al día, con una duración de 5 a 10 minutos. En este período de tiempo, el cuerpo obtendrá la energía necesaria para continuar con las actividades laborales de la jornada.

¿Por qué realizar pausas activas?

Porque al permanecer estáticos por mucho tiempo, los músculos y articulaciones acumulan desechos tóxicos que producen fatiga. Además, al estar sentado, el cansancio se concentra comúnmente en el cuello, los hombros y también en las piernas debido a la disminución del retorno venoso, lo que ocasiona calambres y dolores en las pantorrillas y pies.

¿Cuáles son los beneficios de las pausas activas?

Ø  Disminuyen el estrés.

Ø   Contribuyen a disminuir la fatiga física-mental.

Ø   Mejoran el desempeño laboral.        

Ø   Favorecen el cambio de posturas y rutina.

Ø  Liberan el estrés articular y muscular.

Ø   Estimulan y favorecen la circulación.

Ø   Mejoran la postura.

Ø   Favorecen la autoestima y capacidad de concentración.

Ø   Motivan y mejoran las relaciones interpersonales, promueven la integración social.

Ø   Disminuyen riesgo de enfermedades profesionales.

Ø  Disminuyen el ausentismo laboral.

Ø   Promueve el surgimiento de nuevos líderes.